Las relaciones son volátiles y relativas. Algunos las pueden ver de fuera como algo perfecto, pero lo que las dos personas viven es imposible de saber, por eso, lamentablemente, muchas veces hay personas atrapadas en relaciones tóxicas y nadie lo sabe. Incluso las personas dentro de la relación se convencen de que todo está bien e ignoran los signos que les dicen que deberían terminar de una vez por todas.
Gaslighting, violencia psicológica, humillación y más. A veces las señales están ahí, pero, ¿por qué mucha gente no sale de esas relaciones que tanto daño parece hacerles? La respuesta es muy complicada, sin embargo expertos en psicología han encontrado algunos patrones entre las personas que, a pesar de la precaria situación en la que se encuentran, permanecen con su pareja.
Se sienten satisfechas
Un sentimiento común en las relaciones tóxicas es que sin esa persona, estarán peor, por lo que sin importar lo malo que suceda en su vida en pareja, creen que están en el mejor momento de la relación. Las personas con autoestima baja o que se sienten poco atractivas suelen estar dentro del círculo de personas que se sienten satisfechas con su relación.
Cambian las prioridades
Para mantener la ilusión de felicidad, muchas personas cambian las expectativas y prioridades que tenían acerca de la persona de la que se “enamoraron”. Pueden ser presas de una relación fallida, sin embargo, de acuerdo a su estándar actual, es justamente lo que creen que quieren o merecen. También sucede que exaltan buenas cualidades de su pareja a pesar de las significativas carencias en otros ámbitos.
No buscan/tienen alternativas
Una forma de entender que tu relación no es buena es encontrar a otra persona que demuestra que las cosas no son así, pero muchas de las que se quedan en una relación tóxica es porque al conocer a más y más personas, no ven una alternativa fiable, creen que es peor o simplemente que no vale la pena arriesgar lo que tienen por algo igual de inseguro.
Manipulación
A veces no nos damos cuenta que estamos en una relación tóxica porque la otra persona se encarga de mantener un nivel de culpa en nosotros que nos obliga a cambiar de idea antes de pensar que tal vez nosotros no estamos mal. La manipulación de alguien puede ir muy lejos y ser muy peligrosa, pues a veces la persona manipulada se entrega totalmente a lo que la otra persona dice o hace.
Culpa
A veces haber lastimado a alguien es suficiente para alejarse, pero no lo hacen y entonces, si tú fuiste la persona que lastimó, sientes culpa y te quedas intentando enmendar el daño. Si el tiempo pasa y la otra persona no parece perdonarte o no pueden dejar que ese incidente quede en el pasado, no es raro que decidas quedarte, pero no por amor sino por culpa. Si ya fuiste el malo del juego, es mejor terminar con el juego antes de seguir lastimando.
Las relaciones tóxicas desgastan a las personas que las viven, pero también a sus amigos y familiares. Al final, no es una pareja la que perdió una relación, son una serie de relaciones dañadas con el paso del tiempo. Es importante respetar la intimidad, pero si alguna persona parece vivir estos ciclos, lo mejor es tener una charla profunda acerca de lo que está sucediendo.
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