lunes, 22 de enero de 2018

3 pasos para evitar que el miedo controle tu vida


Te compartimos 3 puntos que debes considerar para darte cuenta de todo lo que te estás perdiendo en la vida por tener miedo.


“Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años sólo arrugan la piel pero el miedo arruga el alma.”

Imagina por un momento que te encuentras a punto de saltar en paracaídas de un avión a 15 mil pies de distancia del suelo. Es algo que siempre has querido hacer, pero muy en el fondo sabes que te da pánico sólo pensarlo. Sin embargo, aunque lo pensaste, ya es muy tarde para retractarse y casi sin darte te cuenta estás de pie al borde del avión. Notas que es la primera vez que te encuentras en uno donde la puerta no está cerrada y antes de pensar en otra cosa te recomiendan que no mires hacia abajo; pero es tarde, ya lo hiciste.

Ahora escuchas al instructor decir que a la cuenta de tres estarán saltando. Uno, dos y… ¡Te empujan! Lo hacen a la cuenta de dos porque generalmente las personas suelen sujetarse al escuchar “¡tres!”. Pero eso ya no tiene importancia. En cuestión de segundos te encuentras en el aire y pruebas la mejor experiencia de tu vida; la adrenalina, el sobresalto, la sensación de libertad te hace olvidar que tan sólo unos momentos atrás estuviste a punto de privarte de ese momento por temor.

El miedo es un instinto fundamental que nos ayuda a sobrevivir y nos mantiene a salvo; pero es un arma de doble filo, pues también nos paraliza y nos impide vivir las mejores experiencias. A continuación, te compartimos tres puntos que debes considerar para darte cuenta de todo lo que te estás perdiendo en la vida por tener miedo.


1. ¿Cuántas cosas has dejado de hacer por miedo?

A veces nos perdemos de las mejores cosas de la vida por miedo. Dejamos que los temores se apoderen de nuestra mente; dejamos pasar sueños, amores y victorias. Esto trae como consecuencia pensamientos incesantes de un futuro que pudo ser y no fue. ¿Cuántas personas se han contenido de emprender proyectos o negocios por acobardarse? ¿Cuántos amores renunciaron a la posibilidad de estar juntos por miedo a expresar sus sentimientos? ¿Cuántos nos hemos acobardado de decir o hacer algo por temor al “qué dirán”?

Todos, absolutamente todos hemos desperdiciado buenas oportunidades a causa del pánico, sólo por el hecho de pensar que podemos fracasar. Nos hemos limitado a quedar como espectadores y no actuar, dejamos pasar momentos que pudieron haber tenido un final distinto si tan sólo nos hubiéramos atrevido a actuar. Porque si bien es verdad que podemos perder, ¿has pensado en todo lo que puedes ganar?

2. A veces, un poco de miedo es necesario

Es natural para cualquier ser humano sentir miedo, es parte de nosotros y hasta cierto punto es necesario, ya que el temor te alerta de situaciones que pueden ponerte en peligro. Cuando tienes miedo de que las cosas empeoren si no haces algo inmediatamente, el temor puede incitarte a la acción. El miedo está sumamente relacionado con nuestra capacidad de reaccionar rápidamente ante situaciones de riesgo o aparente riesgo.


La ausencia de esta sensación tan vital para el ser humano no resulta benéfica, pero el poder conquistarla es lo que verdaderamente nos favorecerá. Nelson Mandela decía que “el hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que lo conquista”. De hecho, el verdadero problema del temor es cuando éste nos impide actuar, cuando nos paraliza y no permite que pensemos con claridad, o en el momento que nos hace actuar de manera precipitada, entonces es cuando verdaderamente estaremos en problemas. Aunque no podamos escapar de esta sensación, sí podemos conquistarla.

3. ¿Qué harías si el miedo no te limitara?

Imagina que hoy puedes conquistar tus miedos, imagina que por un día entero el temor no te paraliza y todo a lo que le tenías pánico deja de asustarte; piensa por un momento que logras persuadir tu cobardía y ahora no existe nada que pueda limitarte. ¿Qué harías? ¿Qué lugares visitarías? ¿Te mantendrías en aquel empleo? ¿Seguirías estudiando aquella carrera? ¿Qué cosas dirías que no te has atrevido por temor a la respuesta? Imagina que hoy puedes vivir sin temor. Y luego otro día, y otro más. Imagina que puedes hacerlo por el resto de tu vida.



La revista Psychological Science publicó cuatro pasos para ser feliz según la neurociencia, síguelos y comienza hoy mismo a aplicarlos en tu vida cotidiana. ¿Crees que requieres de la aceptación, una pareja perfecta, fama y fortuna para vivir plenamente? Piénsalo dos veces después de leer las cosas que no necesitas para ser feliz.

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