Comenzar
de nuevo, después de una ruptura es un proceso que tomará tiempo. Sanar las
heridas del desamor es parte de un duelo afectivo en el cual aprendemos a
desprendernos de aquello que nos causó dolor y nos damos un tiempo de
recuperación para volver a empezar. Todo será cuestión de tiempo, pero nunca
demasiado. Salir del duelo es un desafío en el cual la soledad siempre está
presente y quizás la cuesta arriba te resulte más pesada, pero todo depende de
ti. Dejarlo todo en manos del tiempo y aprender a enfrentar la experiencia de
angustia, es el camino indicado para salir adelante.
Es
inevitable que la tristeza y los recuerdos te invadan. Todo se torna gris allá
cuando pensabas que estabas saliendo del pozo. Es normal que tu estado de ánimo
sea oscilante, será una angustia que va, regresa y se vuelve a ir. No te
preocupes, pasará.Debes aprender a sortear las dificultades que se te irán
presentando. Es recorrer los puentes de la angustia, pisando entre los fangos
de tristezas para después sentir las añoranzas y finalmente dejar que se
diluyan en el tiempo.
Debes
animarte:Recuerda
que, si sientes el sinsabor de la soledad, no será eterno y sobre todo busca
apoyarte en las personas que te aman, ellos no dejarán que te sientas sola.
Rodéate de tus seres queridos, tus parientes tus amigas, cuenta con el afecto
de los que te aman, eso te reconfortará.
No
dependes del otro para encontrar la felicidad. La respuesta de esta búsqueda
hacia la felicidad está dentro de ti. No siempre es cierto que uno necesita del
otro para ser feliz. Es en estos momentos en que debes aprender a escucharte, a
comprenderte, a dedicarte a hacer esa búsqueda interior de ti misma. En algún
lugar está la fuerza y la seguridad que necesitas sentir para salir adelante y
será un proceso de introspección que solamente tú podrás realizar para
recuperarte. Solo si aprendes a amarte y a darte ese valor a ti misma que
necesitas te recuperarás.
Disfruta
de esas actividades de las que puedes sacar provecho gozando solo en tu
compañía: algún paseo, un proyecto que deseas hacer hace tiempo y no lo puedes
concretar, quizás este sea el momento.
Se
trata de que hagas el ejercicio de mantenerte activa y de tener tu mente
ocupada para no darte ningún espacio para pensar en las cosas que puedan
hacerte daño.
Hay
personas a las que les por ejemplo, encanta cocinar y en este tipo de
circunstancias, la cocina se convierte en una suerte de catarsis para liberar
las tensiones y de paso hacer lo que más les gusta.
Cuida
mejor de ti:Dedicarse
a uno mismo es algo que deberíamos tener siempre en cuenta. Aprender a
distribuir nuestro tiempo de la mejor manera posible, de manera que nos quede
espacio para aprovechar unos momentos útiles para nosotros. Así como nos
ocupamos del trabajo, la casa, los compromisos, hay un tiempo que debe ser solo
nuestro. Aprendemos a valorarnos mucho mejor. No podremos buscar un nuevo
camino para nosotros sino nos tomamos el tiempo para dedicarnos a nuestras propias
inquietudes.
Tu
salud es primordial. Debes tener en cuenta de que para liberar las tensiones
una de las recomendaciones es comer sano. Una dieta liviana y nutritiva te
ayudará a liberar el estrés que te generó la situación de angustia por la que
has atravesado. También es cierto, que esta situación es terreno propicio para
la formación de enfermedades gástricas que pueden afectarte seriamente.
Los
cambios de ambiente y de look son beneficiosos
Es
importante que en el afán de reconstruir tu vida y salir adelante, te permitas
un cambio de imagen. Muchas veces un corte de cabello nuevo, teñirse o renovar
el guardarropa son algunas opciones que nos permiten sentirnos mejor. La sola
sensación de sentirnos renovadas, de producir un cambio en nosotras, es un camino
para poder salir de esta etapa difícil.
Un
viaje. No es mala opción hacer las maletas y cambiar de aire. Organiza con tus
amigas algún paseo, un viaje a algún lugar que desees visitar. Disfruta de ese
paseo que te reconfortará. Cambiar de aire, de ambiente, es una forma de
alimentar el alma y renovar la mente y el espíritu.
No
contengas tus emociones
Cuando
se atraviesa por un duelo, es importante que no te contengas las ganas de
llorar. Las lágrimas limpian el corazón y te vacían de la tristeza poco a poco.
Mostrar las emociones no es malo, al contrario, es liberador aprender a
deshacerse del dolor.
Debes
tener en cuenta de que todo tiene su tiempo, tampoco es beneficioso que vivas
lamentándote por lo que no has logrado, por el amor que se fue, se trata de
encontrar un equilibrio entre aprender a soltar lo que te provoca dolor,
liberarte de las cargas y permitirte dejar ir tus emociones hasta que sientas
que has vuelto a ser tu misma. Que la angustia no dure demasiado tiempo, ese
será un ejercicio que irás trabajando poco a poco.
Dicen
que los abrazos tienen el poder de sanar, si damos paso a esta aseveración,
busca la contención necesaria en tu entorno familiar, tus seres más queridos,
tus amigos, ellos no te dejarán sola y el afecto continuo será vital para la
sanación que tu alma necesita.
La
soledad se combate con el ejercicio diario de aprender a arrancarnos las cargas
de encima, de llevar adelante un trabajo permanente que nos permita caminar
hacia adelante despojándonos de la pena paso a paso y aprendiendo a mirar
solamente hacia adelante. Si giramos la cabeza para atrás, que sea para revisar
nuestros errores y tomar nota de cómo actuar para cuando el asfalto se nos
vuelva a quebrar.
Sobre todas las cosas ámate. No podrás amar a nadie más si
no haces la prueba de quererte a ti misma.
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