miércoles, 6 de diciembre de 2017

Los 9 hábitos de la gente feliz, por Jameson. L. Scott

¿Qué es la felicidad y por qué la deseamos?” Este es uno de los primeros capítulos del libro Los 9 hábitos de la gente feliz de Jameson L. Scott. Como el mismo señala, la felicidad proviene en gran medida de la capacidad de lograr lo que necesitamos o de resolver los problemas en nuestra vida.

Así, deseamos la felicidad porque significa autorrealización y satisfacción personal. Cada uno alcanza su felicidad de una manera única, aunque Jameson nos enseñe algunas pautas que las personas felices han llevado a lo largo de la historia.
Por qué su autor lo recomienda


En primer lugar, “Los 9 hábitos de la gente feliz” se presenta como un libro que llama a la acción individual y no busca la autoayuda. Se nos incita al cambio desde el movimiento y no únicamente desde el pensamiento. Por eso, el escritor nos informa de que para seguir el libro vamos a tener que salir de nuestra zona de “zona de confort“. Será la única manera de integrar los 9 hábitos de los que habla en nuestras vidas.

Es más, asegura que tras leer el libro y seguir las pautas en nuestra vida real no habrá que leer más libros de autoayuda a los que, por otra parte, critica duramente. Desde la experiencia, nos invita así al autodescubrimiento para llegar a hacer solo lo que necesitamos hacer: vivir nuestra vida como la única forma de ser felices.


No dejan que el futuro se imponga al presente

Las personas felices:

Se socializan sin buscar aprobación: la gente feliz sabe que para serlo tiene que ser íntegra y no hacer de sí misma lo que los demás quieran. Sabe que si lo hace les da poder sobre ella y que guiarían su vida por lo que otros pensasen. Una persona feliz no cultiva una imagen falsa y sabe que no puede gustar a todo el mundo.

Se aman a sí mismos: la gente feliz se cuida, se da mimos, se potencia. No se hace la víctima, si se insulta, ni se rechaza. Además, conoce sus posibilidades y trata de conseguir lo que depende de ella.


Aceptan sus circunstancias y persiguen lo que quieren: esta clase de personas distingue entre conformismo y aceptación, cree en los cambios y lucha antes de abandonar. Es más, se mejoran constantemente, aprecian la vida y la aprovechan al máximo.
Conectan con el presente: este es uno de los hábitos fundamentales de la gente feliz. Se trata de vivir el momento y dejar a un lado otro tiempo que no sea el actual. Para ello, dedica unos minutos a meditar al día y después sumergen su pensamiento en lo que estén haciendo.

Hacen cosas que temen y desean: aprovechan las oportunidades como retos para superar los miedos. Conocen lo que les da pánico y actúan para enfrentarlo. Hablamos de personas que tienen miedos como tú y cómo yo, pero sus miedos no les frenan e incluso han conseguido introducirlos en su vida como fuentes de motivación.


Aprenden y cuidan de su descanso

Además, las personas felices también:

Aprenden de todo lo que les rodea: reconocen el fracaso y fracasan cada vez mejor hasta llegar al éxito. Son conscientes de que para aprender tienen que actuar, ganar fuerza y confianza.


Descansan correctamente: duermen más de seis horas y menos de ocho, desconectan dos horas al día de lo obligatorio, descansan sin tecnologías, etc.

Se alimentan y ejercitan de forma equilibrada. Consideran la conexión con su cuerpo un canal de comunicación fundamental para su bienestar, de manera que le prestan atención y lo cuidan.



Postura corporal y respiración correcta: la gente feliz ha observado que hay determinadas posturas que limitan nuestras actuaciones y lo que comunicamos. Por último, le da importancia a la respiración y a la forma de entrar el aire en su cuerpo.

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