
Cuando pensamos en violencia,
lo primero que viene a nuestra mente pueden ser golpes, guerra, crímenes. Sin
embargo, la violencia física es solo una parte: el lado psicológico de todos
esos males se esconde detrás.
Cualquier persona puede estar
sufriendo violencia silenciosa sin saberlo; y también ejerciéndola, de forma
consciente o no. Aunque es cierto que cualquiera puede ser víctima,
culturalmente están completamente naturalizados muchos casos en los que quien
recibe esta violencia es la mujer.

Un ejemplo que traspasó
fronteras:Hace apenas unos días Arabia
Saudita otorgó la ciudadanía de su país a un robot llamado Sofía. La noticia se
develó en un congreso de tecnología en el que algunas de las personas más
poderosas y ricas de la industria estaban presentes. La noticia es una gran
campaña de relaciones públicas para el gobierno de ese país, pues buscan
demostrar que se encuentran en la vanguardia tecnológica. ¿Alguien ha pensado
que detrás de esa acción se ocultaba una conducta violenta hacia miles de
personas? Para nada. Pero reflexionemos un poco más.
Arabia Saudita es el mismo
país que apenas en septiembre de este año otorgó el derecho a la mujer para
manejar y no hay que olvidar que, mientras Sofía puede andar sin un velo que la
cubra totalmente, todas las mujeres de ese país están obligadas a usarlo y lo
que digan vale sólo la mitad de lo que su “guardián” diga.

La importancia del tema es el
cinismo de un gobierno que prefirió darle más derechos a una máquina cuyas
respuestas están programadas que a las mujeres de su país. Ese es un ejemplo de
violencia silenciosa, un mal que ha estado en el mundo desde siempre como la
violencia física, pero que, a diferencia de ella, no se suele mencionar.
Mientras la última es notable debido a las marcas que deja, la violencia
silenciosa afecta la psique, muchas veces sin que nos demos cuenta.
La violencia silenciosa son
todas esas acciones en contra de las mujeres que se presentan de forma
cotidiana. Cuando una mujer decide trabajar y el resto la juzga porque creen
que debería estar en casa cuidando a sus hijos y cumpliendo su rol de madre, o
cuando decide que no quiere tener hijos y entonces es juzgada porque no cumple
su rol de mujer. Esas cosas que se dicen a espaldas de alguien y le afectan de
una forma u otra.
Se trata de una situación
lamentable que debido a que durante siglos se ha visto como algo normal, no
importa lo ilógico de la situación, sigue presente en la cultura. Los niños son
muy fáciles de moldear y cuando se les enseña que los niños juegan deportes y
las niñas con muñecas, que el color del hombre es el azul mientras que el de la
mujer es el rosa y se les limita a decidir de acuerdo a esos estereotipos, se
está criando una nueva generación de personas que replicaran esa violencia
simbólica.

violencia psicológica:Es un mal que poco a poco se
hace más evidente, pero que también es tachado de exagerado por ciertas
personas. En muchos lugares se dice que las ingenierías son para todos y que
las mujeres son las que deciden no estudiarlas, pero cuando se habla de una
cultura misógina en la que el acoso y la denigración de la mujer son cosa
diaria, se buscan justificaciones y hasta surge la clásica frase de “así ha
sido siempre y hay mujeres que saben que es broma”.
La violencia silenciosa
comienza con pequeñas agresiones desde la infancia y es lo que escala hasta
generar los miles de feminicidios que se viven en todo el mundo, mismos que
están rodeados de la polémica de “ella se lo buscó por vestirse así”. Es por
esa violencia que muchos ven como algo normal que un robot llamado Sofía tenga
más derechos que una mujer o que muchos inmigrantes que llevan toda la vida en
ese país.

Cuando una persona destruye el
autoestima de otra:Hay frases, o incluso
actitudes, que no parecen violentas en sí mismas. Pero que lo son porque poco a
poco van destruyendo la autoestima de la persona a la que están dirigidas. Esto
no es algo que solo le pasa a las mujeres, pero sí culturalmente es más común
que escuchen constantemente frases que las consideran menos.
Críticas:La crítica no constructiva es
violencia y puede ser vivida de forma muy dura por quien la recibe.
Desprecio:El desprecio es una de las
formas más dañinas de violencia silenciosa porque muchas veces se disfraza de
ironía, de chiste y hasta de comentario simpático.

Humillación :Si alguien te hace sentir
humillado, o habla mal de ti delante de los demás, no tienes por qué soportarlo:
es una conducta violenta que no mereces.
Insultos y más:Los insultos son tal vez
"la más visible de las violencias invisibles". Pero merecen ser
nombrados, porque muchas veces están tan naturalizados que no nos damos cuenta.

No debemos seguir perpetuando
acciones que dañen a otras personas. Sabemos que no somos personas perfectas,
pero mientras más rápido entendamos que esas pequeñas acciones tienen grandes
consecuencias en otras personas, podremos generar un cambio enorme.
FUENTES:
The Verge
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