jueves, 16 de noviembre de 2017

7 años después de la muerte de su hijo, John Travolta publica un emotivo mensaje

El hecho de perder a una persona a la que se ama, es sin duda una de las peores experiencias por las que puede pasar cualquier ser humano pero, sin duda alguna, el peor dolor de todos, es la pérdida de un hijo. Y es que, el hecho de que un hijo muera antes que sus progenitores, deja en ellos una herida que, por mucho tiempo que pase, jamás se cerrará.

John Travolta, el conocidísimo actor, tristemente pasó por la terrible experiencia de perder a su hijo Jett cuando éste tenía tan solo 16 años. El hecho ocurrió en el año 2009 pero no fue hasta siete años después, en el 2016, cuando Travolta tomó la decisión de hacer un pequeño homenaje a su hijo, en el que hacía mención de todos los momentos vividos juntos.


Jett murió a causa de un golpe en la cabeza durante unas vacaciones familiares en víspera navideña. El muchacho, que era autista, sufría continuamente de convulsiones por lo que, tanto John como su esposa Kelly, siempre estaban atentos a él.


Fue el 2 de enero de 2016, cuando el actor decidió compartir un mensaje en el que dejaba claro que, a pesar del tiempo que había pasado, la herida que dejó la pérdida de su hijo sigue abierta y, pase el tiempo que pase, jamás va a encontrar consuelo. Su intenso dolor, se deja ver cuando dice lo siguiente: "Dicen que lo más difícil del mundo es perder a un padre, ahora puedo decir que eso no es cierto. Lo más difícil del mundo es perder a un hijo".

La vida, golpeó a John y a toda su familia de una manera incomprensible y, sin duda alguna, sus vidas quedarán marcadas para siempre y es que, no se puede dar nada por garantizado pues, cuando menos lo esperas, puedes perder lo que más quieres. Y eso, lo efímero y cambiante de la vida, es lo que el actor quiso dejar claro en su mensaje.


Esto es lo que Travolta escribió con los ojos inundados de lágrimas:

"No hay nada que duela más en la vida como perder a un hijo, un niño al que recibiste con tanto amor cuando llegó al mundo, al cual criaste y observaste cada día como crecía y aprendía. Alguien que te enseñó a amar de manera incondicional y a quien le mostraste el mundo. Definitivamente perderlo es lo peor que puede pasarle a alguien. Un hijo termina siendo todo, los 16 años que compartimos fueron realmente maravillosos, pero siento que nos hicieron falta muchos años más. Todos los días deberíamos decirles a las personas que amamos cuan especiales e importantes son en nuestra vida porque la vida no perdona, es demasiado corta y el tiempo pasa a prisa. Démonos el tiempo suficiente para compartirlo en familia, trátense bien, con amor, con tolerancia y estén cuando se necesiten. Un día cuando el tiempo pase se darán cuenta de que ya no están más y no habrá manera de traerlos de vuelta. Lo que verdaderamente aprendí es que hay que vivir y amar como si fuera el último día. Porque un día, será el último.


Vive la vida y toma todas las oportunidades que se te presenten. Nunca renuncies al amor ni te cierres a él. No des por hecho ningún momento, lucha por tus sueños y nunca pienses que vivir no vale la pena, porque cuantos que hoy ya no están, desearían volver y lamentablemente eso es imposible.

Sinceramente creí que no saldría del oscuro pozo en el que caí al perder a mi amado hijo, mejorar me ha costado mucho pero continúo echándole ganas y luchando cada día por no derrumbarme".



Recuerda siempre este mensaje de John, ten siempre presente que, lo más importante es la familia, y decir cada día a tus seres queridos lo mucho que los amas pues, no sabes cuándo puede ser el último día de vida.

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