1.Puntualidad: impuntualidad
implica tanto llegar con demasiada antelación como demasiado tarde. El primer
caso se puede interpretar como rasgo de ansiedad, y llegar tarde como
desinterés o irresponsabilidad. Si se presenta una complicación que conlleva a
una demora se debe llamar y avisar.
2. Veracidad de las
respuestas: un buen entrevistador puede darse cuenta fácilmente si el
candidato está mintiendo con el contenido de su hoja de vida y durante la entrevista. Si se revela su falta
de veracidad, se convierte en un motivo inapelable de descarte de la persona.
3. Conocimiento de la empresa: no
poseer información básica de la empresa representa poco interés por el puesto a
cubrir; es necesario conocer la industria y un mínimo de la historia de la
empresa en cuestión.
4. Vestimenta e imagen
adecuados: siempre existe un "código de vestimenta" según la
empresa o industria de que se trate. Es importante respetarlo y presentarse
siempre prolijo y con la mayor formalidad posible.
5. Comunicación no verbal: el
cuerpo "dice" mucho más que las palabras. Es importante una postura
erguida y un tono de voz firme y convincente. Si bien la entrevista puede ser
un momento incómodo para los candidatos, hacer contacto visual permanente con
el entrevistador es también mostrar respeto e interés. Mover mucho las manos y
el cuerpo es signo de ansiedad.
6. No generar interrupciones: mirar
el reloj a cada rato, un papel, el celular o estar inquieto hacen que el foco
de la entrevista cambie. Hay que procurar atención al entrevistador, nunca
dejar el celular prendido y menos atender una llamada.
7. Ni falta de expresividad ni
exceso de confianza: si bien mostrarse demasiado reservado o con evasivas
no es adecuado, un ambiente distendido de entrevista no debe hacer que el
candidato se confunda y cruce el umbral de la informalidad. No olvidar que
siempre lo están evaluando.
8. Uso correcto del lenguaje: del
mismo modo que el punto anterior, el lenguaje y los términos que se emplean
deben ser formales; términos burdos, coloquiales o descorteses pueden dañar la
imagen del candidato.
9. No criticar al empleo o
compañeros anteriores: hay que recordar que las industrias son pequeñas y
hoy en día es posible acceder a todo tipo de información. Sí se puede hablar de
una experiencia poco positiva dentro de una organización pero sin sumarle
opiniones o apreciaciones personales negativas.
10. No centrarse en la
remuneración: en una primera entrevista se lo ve como un punto negativo
dado que aún no están claras las responsabilidades del puesto ni las aptitudes
personales. La entrevista se centra en la historia del candidato y las aptitudes
para el puesto.
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