miércoles, 28 de junio de 2017

Como superar un duelo



Pensar que exista alguna estrategia que nos libre de ese dolor, sería muy ingenuo e irreal de nuestra parte. Sin embargo, existen mecanismos, conductas y actividades que nos pueden ayudar a transitar el duelo de una manera más “armoniosa”. Cada ser humano vive la muerte de una manera distinta y reacciona de un modo diferente también. Entre otras cosas reaccionamos y sentimos como podemos, más que como queremos.


1. Deja que tu dolor sea libre: Muchas veces ya sea porque tu familia o amigos no quieren verte mal o porque la sociedad no lo permite, sientes que debes superar tu dolor rápidamente. Pero esto no es posible, el dolor de una muerte es muy grande y no debes ocultarlo o engañarte pensando en que lo vas a superar enseguida. Tu vida cotidiana cambiará y eso es natural. Si tienes ganas de llorar hazlo. No tienes por  qué esconder tu dolor. Lo que estás sintiendo es normal y como tal tienes que vivirlo. Tampoco te dejes llevar por lo que otras personas opinen, tú eres quien está procesando un duelo y debes hacerlo a tu manera.


2. Acepta la nueva situación: Es fácil decirlo pero no sentirlo. También un día nosotros nos iremos y quedarán personas llorando por nosotros. Morir es parte del ciclo de la vida, y poco a poco, con el tiempo, podrás aceptar la muerte de tu ser querido como algo natural.  Aceptar que la vida tiene etapas duras y etapas felices te ayudará a superar mejor esta situación.


3.No te cierres a los demás: Cuando el dolor es muy grande, el mundo parece girar en torno a ese dolor y tal vez creas que eres el único o la única que está sufriendo. Si bien cada integrante de la familia sufre la muerte de un ser querido desde un lugar distinto, hay algo en común: el dolor por la ausencia. Trata de abrirte y acercarte a las personas que también están en proceso de duelo, como tú.Si crees que te hará bien hablar de la muerte de esa persona entonces hazlo. Si sientes deseo de ver una pertenencia de esa persona y alguien de tu familia tiene una, entonces aprovecha la ocasión. Cuando la carga se comparte se hace más liviana. Sé paciente contigo mismo. Muchas veces el peor enemigo al momento de superar una pérdida somos nosotros mismos.


4. No tomes decisiones importantes: Después de una experiencia tan conmovedora ninguna persona tiene la claridad de ideas suficiente como para evaluar y tomar decisiones importantes. A veces pareciera que la vida cotidiana y el mundo que no para de girar no tiene tiempo para esperarte, especialmente en asuntos económicos.


5. Date ciertas oportunidades: Quizás te han invitado a una fiesta y crees que no sería oportuno dado que estás en duelo. Especialmente en otros tiempos, estaba mal visto que una persona asistiera a un evento si hace poco había perdido a un ser querido. De hecho cuando las mujeres enviudaban, “debían” vestir de negro. Si bien hoy continúa la tradición, ya no es tan frecuente. Nada tiene de malo que uses un color bonito, de esos que te transmiten alegría. Tampoco está mal asistir a una fiesta en la que puedas conversar y distraerte. Eso no hará que tu dolor ni el recuerdo de persona desaparezcan ni mucho menos. Pero es beneficioso que al menos por un rato, puedas distraerte y pasar un rato ameno.


6-No te automediques o autoanalices: Si sientes que necesitas ayuda, sea psicológica o farmacológica, no eres tú quien debe decidirlo. Debes consultar con un profesional, y en el caso de que lo seas, debes consultar a alguien más, alguien que pueda evaluar tu situación con objetividad. Los medicamentos y en especial los psicofármacos tienen contra-indicaciones. Intentar “tapar” el dolor con un antidepresivo puede ser un gran error. Sin embargo la depresión es uno de los trastornos que pueden ser desencadenados por la pérdida de un ser querido. Si así lo determina el especialista, quizás necesites que tomar antidepresivos. Pero en cualquier caso eso es algo que tú no debes decidir. No hay fórmulas mágicas ni profesionales que nos quiten el dolor instantáneamente. El verdadero poder de salir adelante después de una muerte, está en nosotros mismos. Realmente somos más fuertes de lo que creemos y nadie muere de tristeza. Es posible crecer, enriquecerse y aprender a partir de ella. ¡Tú también puedes lograrlo!.


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