Pensar que exista alguna estrategia que nos
libre de ese dolor, sería muy ingenuo e irreal de nuestra parte. Sin embargo,
existen mecanismos, conductas y actividades que nos pueden ayudar a transitar
el duelo de una manera más “armoniosa”. Cada ser humano vive la muerte de una
manera distinta y reacciona de un modo diferente también. Entre otras cosas
reaccionamos y sentimos como podemos, más que como queremos.
1. Deja que tu dolor sea libre: Muchas veces
ya sea porque tu familia o amigos no quieren verte mal o porque la sociedad no
lo permite, sientes que debes superar tu dolor rápidamente. Pero esto no es
posible, el dolor de una muerte es muy grande y no debes ocultarlo o engañarte
pensando en que lo vas a superar enseguida. Tu vida cotidiana cambiará y eso es
natural. Si tienes ganas de llorar hazlo. No tienes por qué esconder tu dolor. Lo que estás sintiendo
es normal y como tal tienes que vivirlo. Tampoco te dejes llevar por lo que
otras personas opinen, tú eres quien está procesando un duelo y debes hacerlo a
tu manera.
2. Acepta la nueva situación: Es fácil
decirlo pero no sentirlo. También un día nosotros nos iremos y quedarán personas
llorando por nosotros. Morir es parte del ciclo de la vida, y poco a poco, con
el tiempo, podrás aceptar la muerte de tu ser querido como algo natural. Aceptar que la vida tiene etapas duras y
etapas felices te ayudará a superar mejor esta situación.
3.No te cierres a los demás: Cuando el dolor
es muy grande, el mundo parece girar en torno a ese dolor y tal vez creas que
eres el único o la única que está sufriendo. Si bien cada integrante de la
familia sufre la muerte de un ser querido desde un lugar distinto, hay algo en
común: el dolor por la ausencia. Trata de abrirte y acercarte a las personas
que también están en proceso de duelo, como tú.Si crees que te hará bien hablar
de la muerte de esa persona entonces hazlo. Si sientes deseo de ver una
pertenencia de esa persona y alguien de tu familia tiene una, entonces
aprovecha la ocasión. Cuando la carga se comparte se hace más liviana. Sé
paciente contigo mismo. Muchas veces el peor enemigo al momento de superar una
pérdida somos nosotros mismos.
4. No tomes decisiones importantes: Después
de una experiencia tan conmovedora ninguna persona tiene la claridad de ideas
suficiente como para evaluar y tomar decisiones importantes. A veces pareciera
que la vida cotidiana y el mundo que no para de girar no tiene tiempo para
esperarte, especialmente en asuntos económicos.
5. Date ciertas oportunidades: Quizás te han
invitado a una fiesta y crees que no sería oportuno dado que estás en duelo.
Especialmente en otros tiempos, estaba mal visto que una persona asistiera a un
evento si hace poco había perdido a un ser querido. De hecho cuando las mujeres
enviudaban, “debían” vestir de negro. Si bien hoy continúa la tradición, ya no
es tan frecuente. Nada tiene de malo que uses un color bonito, de esos que te
transmiten alegría. Tampoco está mal asistir a una fiesta en la que puedas
conversar y distraerte. Eso no hará que tu dolor ni el recuerdo de persona
desaparezcan ni mucho menos. Pero es beneficioso que al menos por un rato,
puedas distraerte y pasar un rato ameno.
6-No te automediques o autoanalices: Si
sientes que necesitas ayuda, sea psicológica o farmacológica, no eres tú quien
debe decidirlo. Debes consultar con un profesional, y en el caso de que lo
seas, debes consultar a alguien más, alguien que pueda evaluar tu situación con
objetividad. Los medicamentos y en especial los psicofármacos tienen contra-indicaciones. Intentar “tapar” el dolor con un antidepresivo puede ser un
gran error. Sin embargo la depresión es uno de los trastornos que pueden ser
desencadenados por la pérdida de un ser querido. Si así lo determina el
especialista, quizás necesites que tomar antidepresivos. Pero en cualquier caso
eso es algo que tú no debes decidir. No hay fórmulas mágicas ni profesionales
que nos quiten el dolor instantáneamente. El verdadero poder de salir adelante
después de una muerte, está en nosotros mismos. Realmente somos más fuertes de
lo que creemos y nadie muere de tristeza. Es posible crecer, enriquecerse y
aprender a partir de ella. ¡Tú también puedes lograrlo!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario