1. Levántate temprano: Para ser feliz hay que
vivir, y para vivir hay que estar despierto, gozar de la luz del día, sentirse
vital. Ya lo dice el dicho “A quien madruga, Dios le ayuda”, y seas creyente o
no, sabrás que el significado profundo de este dicho es cierto. Así que, ya
sabes: ¡levántate temprano siempre que puedas y aprovecha tu vida!
2. Visualiza tu día: ¿Qué quieres hacer hoy?
Piénsalo. Seguro que hay muchas cosas que siempre has querido hacer, pero que
has ido dejando para más tarde por la pereza que da tener que comprometerse a
cumplir los propios objetivos, en hacer aquello que te gusta. A menudo nos
parece más sencillo seguir con nuestra rutina y nuestras obligaciones diarias;
y esto no estaría mal si nos gustaran, pero lo común es que no nos gusten, o no
nos satisfagan del todo. Dicho esto… ¿Qué vas a hacer hoy?
3. Quiérete mucho: Autoestima. Amor propio.
¿Por qué tantas inseguridades? ¿Por qué crees que tienes que demostrar a los
demás que vales? Todos estos son signos de baja autoestima. La mayoría de
nuestras inseguridades nos vienen dadas desde pequeños, pero eso no justifica
que nos acomodemos en esos pensamientos negativos: ¿quieres que te quieran?
Primero tienes que quererte tú. No te exijas, acéptate. Acepta tus virtudes y
tus defectos. Y si hay algo de ti que no te gusta y que no puedes aceptar…
¡Intenta cambiarlo!
4. Persigue tus sueños: ¿Sabes lo que quieres
hacer en tu vida? ¿Sabes cuál es tu sueño? Si la respuesta es un “no”, entonces
tienes que probar. Probar, probar probar hasta dar con aquello que te apasiona,
aquello que te llena. No tiene por qué ser algo muy grande, muy importante o
darte dinero. Puede ser cualquier cosa: correr, dibujar, ayudar a los demás.
Intenta analizar qué cosas te gusta hacer y, a partir de ahí, intenta deducir
qué otras cosas podrían gustarte. Cuando sepas qué quieres conseguir en tu
vida, o qué es lo que más te gusta hacer: simplemente hazlo.
5.Come sano y variado: Nuestra alimentación
es un reflejo de lo mucho o lo poco que nos queremos. Si te quisieras… ¿Por qué
tendrías esa necesidad de premiarte con la comida? Seguro que las veces que has
hecho dieta (o lo has intentado) te has sentido bien con tu cuerpo: más ligero,
más esbelto, más bello… Más tú. Comer sano y variado te ayudará a sentirte mejor
y más vital.
6. Crea hábitos saludables: Acércate a la
naturaleza, no gastes agua a lo tonto, apaga las luces, sal al campo, respira
aire puro, haz ejercicio… Tus pensamientos no lo son todo, así que invierte en
la expresión física y el ejercicio. Seguro que te hace sentir mejor.
7. Rodéate de tus seres queridos: Hay algo
casi tan importante como el amor a uno mismo y es el amor hacia los otros.
Aprovecha tu tiempo para estar con tus padres, para ver a tus amigos, para
pasar tiempo con tus hijos. No te pongas excusas de otras obligaciones. Cuida tu
relación personal y pasa tiempo con aquellos a los que quieres y que también te
quieren.
8. Sonríe: ¿Sabías que tu cuerpo interpreta
una sonrisa con la felicidad? Esto significa que al sonreír le estás mandando a
tu mente el siguiente mensaje: ¡soy feliz! haciendo que se convierta en
realidad. Además, una sonrisa es la mejor carta de presentación, por lo que
hará que todo el mundo tenga una mayor predisposición a tratar contigo; a
relajarse y dar lo mejor de sí mismos. ¡Y es que las sonrisas se contagian!
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