Uno
de los temas que suelen ser más consultados es el de la infidelidad. La
solución aunque parezca difícil es sencilla: Si sabes que es infiel y no te
hace feliz, tu tienes que dejarle a esa persona a por como es. Muchas personas
pasan por esta vida viviendo el calvario de la infidelidad por años: cinco,
diez, veinte y hasta treinta años viviendo con alguien que le gusta ser infiel.
Que
interesante que al final de su vida se pregunten: ¿Qué hice con mi vida? ¿Como
es que tanto sufrí pensando que era importante vivir con alguien que me hacía
sufrir? Y es que ocasionalmente nuestras decisiones las condicionados por la
familia, por el bien de nuestros hijos o hasta el qué dirán; pero, en realidad
en el fin de nuestros días, uno siempre termina descubriendo que no vale la
pena pasar por esta vida sin ser feliz.
En
mis consultas siempre mis pacintes me preguntan: ¿la persona infiel cuando
cambia? Y debo decirles que sólo cambia cuando quiere cambiar, no cuando le
quieres obligar. Por mas que tu le persigas o quieras obligarle, no cambiará.
Entonces, el infiel es infiel porque para esa persona tiene valor ser infiel.
Para
esto nos enfrentamos a tres opciones entre las que podemos decidir:
perseguirle, aceptarle por como es o dejarle por como es. Insisto. Nadie debe
pasar por esta vida sin ser feliz.
Piénsalo,
analízalo y no sufras por una persona infiel porque al fin y al cabo él no va a
cambiar. Entonces, usted va a sufrir. Lo que pasará es que usted va a pensar
que no sirve para nada y que realmente no le puede dar lo que su pareja
necesita y aunque eso no sea cierto usted va a sufrir emocionalmente y
físicamente lo que le llevara a problemas de salud. Mientras tanto la otra
persona seguirá tranquila con su filosofía de vida infiel.
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