Cuando
nos convertimos en esposos/as, cabezas de un nuevo hogar, las cosas suelen
complicarse, más aun si tenemos hijos, comenzamos a experimentar cosas
maravillosas, nuevas y otras no tan agradables, ya que como una nueva familia
debemos de proteger nuestros propios intereses y fortalecer los vínculos, sin
embargo, no podemos dejar de un lado a nuestros padres en los sentidos más
básicos y necesarios, en especial en lo afectivo, pues por más que tengamos
miles de responsabilidades, seguimos siendo sus hijos y debería de existir siempre
un vinculo con las personas que nos protegieron desde el primer día, con el
mismo ímpetu que estamos haciendo nosotros nuestra nueva vida.
Si
bien es cierto, muchas veces, ponemos como excusa la cuestión económica, para
desvincularnos de nuestros padres, tenemos que saber que más allá de todo eso,
mamá y papá necesitan una relación afectiva, ya sea por la etapa en la que
están pasando, a sabiendas del vuelo de sus hijos o por el simple hecho de que
los seres humanos necesitamos cariño pare sentirnos mejor.
En
principio, lo importante es cuidarse a sí mismo, pues si no estamos bien, no
podemos cuidar de nadie más, de manera que no se trata de ser perfectos,
podemos tomarnos algunas flexibilidades, especialmente si convivimos con
nuestros padres para cuidar de ellos de cerca.
Pedirle
su bendición, preguntarle por sus necesidades, saber si tiene sus medicamentos,
organizar reuniones en familia. No pelear entre hermanos son razones suficiente
para que pueda tener una tercera edad más tranquila. Ellos necesitan saber que
lo que construyeron tiene bases sólidas,que sus hijos se han llenado de
valores. Hoy en día, tenemos la posibilidad de conectarnos incluso a miles de
kilómetros de distancia, una llamada no le hará mal tampoco, por que aunque no
creas, nos extrañan.
Si
ya tienes hijos, es bueno permitirles que compartan con ellos, permitirles que
la nueva generación les escuche a ellos les sera grato y a tus hijos
beneficioso, ya que pueden conocer mejor el pasado en el que estuvieron
involucrados sus abuelos y crear un futuro mejor para ellos mismos.
Nuestros
padres, son piedras angulares en nuestra vida, para bien o para mal, son
nuestros padres, tendrán siempre una actuación en nuestro camino y por ello,
estar a su lado nos puede resultar beneficioso, sin embargo, muchas relaciones
con los padres funcionan mejor desde la distancia, cada quien tiene su destino
y su camino y es menester asumirlo, pero esto no significa que el vínculo
termina, simplemente porque abierto nuestras alas, así como nos tocará asumirlo
con nuestros propios hijos el día de mañana.
Nos
convertimos en padres, y nuestros padres además de padres se convierten en
abuelos y demandan también disfrutar de esa pequeña parte de nosotros y de
nuestra vida, la idea es que podamos hacerlo con agrado y no por obligación y
de ser el caso, podamos organizarnos de la mejor manera para ser su apoyo y
compañía como un día ellos fueron la nuestra.
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