3 consejos del budismo para tener una vida feliz

Hay etapas en nuestra vida a las que no les encontramos sentido, nos sentimos completamente vacíos y por ende no somos nada felices.

Algo que debemos hacer es siempre tener en nuestra mente el ser felices, de esta manera vamos a atraer la felicidad, es muy similar a cómo funciona la ley de la atracción en la vida. Pero si esto no te ha funcionado hasta el momento, no te preocupes, aquí te daremos a conocer unos sabios consejos del budismo.

Estos consejos te ayudarán a tener una vida completamente plena y muy feliz, así que te invitamos a que los leas con detenimiento y sin distracciones.

Consejos del budismo para tener una vida feliz

1. Poder soltar

El primer método para que la felicidad y el bienestar entren por la puerta principal es lograr soltar todo aquello que nos hace daño o ya no nos aporta en nada. Dejar ir todo aquello que nos impide crecer es el primer gran paso. Puede que al principio te cueste mucho trabajo, pero es necesario.

Debemos identificar cuáles son los obstáculos que no nos permiten conocernos en profundidad, de eso se trata. ¿A qué le das más prioridad en tu vida? Quizás, lo que considerabas fundamental para tu felicidad no lo es del todo.

2. Ser consciente

Estar plenamente atentos y conscientes de lo que sentimos ayuda a ponernos en contacto con el sufrimiento para poder abrazarlo y transformarlo. Pero también nos permite apreciar con claridad lo maravilloso que es estar vivos.

Ser conscientes de actos tan simples y cotidianos como respirar y caminar es una manera de detenernos en el presente y de lograr disfrutarlos. De esta manera nos sentimos más afortunados.

3. Concentrarse

La concentración nace de la atención plena y tiene el poder de alejar las aflicciones y de permitir que entre la alegría y la felicidad. Permanecer en el instante presente requiere concentración. La ansiedad y las expectativas del futuro así como los recuerdos del pasado siempre están ahí, listos para llevarnos a lugares poco agradables.

Podemos verlos, identificarlos y usar nuestra concentración para regresar al momento presente. De esa manera, será más fácil estar en contacto con lo que nos genera felicidad.