
Cuando una relación comienza
la vida toma otro color, ves ilusión por todos lados y parece que a partir de
ese momento nada puede ir mal. Pero a pesar de que los comienzos siempre son
increíbles, es importante saber que en este momento estáis construyendo las
bases de lo que será vuestra relación en el futuro. Es por eso que queremos darte algunos consejos al iniciar una relación para que está comience
de la mejor manera posible y crezca sólida y fructífera en un futuro.
Expresa tus expectativas:En estos primeros días de
relación debes dejar claras cuáles son tus expectativas y qué es lo que esperas
de la relación. Puede que en realidad no estéis buscando lo mismo, lo que en un
futuro solo llevará decepciones, por lo que la comunicación es fundamental para
evitarlas. Cuáles son tus expectativas, qué esperas de él o de ella o qué
quieres en un futuro son cuestiones que debéis abarcar desde un primer momento.
De otro modo irá pasando el tiempo y, finalmente, llegaréis a un punto que será
insostenible continuar simplemente por no haber hablado claro desde le
comienzo.

En este punto es vital
recordarte que debes ser tú mismo en todo momento, no quieras gustar más
cambiando tu forma de ser porque las máscaras no se pueden llevar toda una
vida. No eres especial, tienes defectos como todos, y una pareja no es aquella
persona que no ve tus defectos sino aquella que los conoce y te ama igual. Si
no te muestras como eres desde un principio estaréis empezando la relación en
una mentira que con el tiempo no será sostenible.
Hablad de todo: Una relación de pareja es un
edificio que se va construyendo día a día: las experiencias, emociones,
conversaciones y sentimientos son pequeños bloques de piedra que vais colocando
cada día y que al final se convierten en sólidas paredes. Ahora que estáis
empezando estáis afianzando los cimientos, construyendo una base sólida sobre
la que se debe sostener vuestro futuro.

En este tiempo tenéis que aprovechar
para empezar a conoceros a fondo, descubrir vuestros sueños y miedos, las cosas
que queréis y las que odiáis, las vacaciones soñadas y las comidas favoritas.
Una de las principales claves para que una relación funcione es que ambos
miembros se conozcan bien, pues de este modo podemos anticiparnos a lo que
quiere el otro y evitar lo que le desagrada.
Seguramente ahora estaréis
hablando más que nunca, algo bueno, pues solo hablando puedes crear la
confianza necesaria para abrirse al otro y contar lo que se necesita saber.

No tengáis prisa en ponerle
nombre:El mejor consejo que se puede
dar para alguien que empieza una relación es que no se precipite. Pero para ser
más concretos hablaremos de algunos ejemplos concretos, como no precipitarse a
la hora de querer ponerle nombre a lo vuestro. El nombre siempre va después de
la cosa, no podemos nombrar algo que no existe, es por eso que primero debéis
conoceros realmente, averiguar quien es cada uno, y una vez sepáis de corazón
que queréis enfocar la vida en común sí que podéis empezar a hablar de lo que
sois el uno para el otro. El tiempo lo vais a marcar vosotros mismos, los dos
debéis estar seguros de lo que hacéis y cuando llegue el momento lo sabréis,
pero querer correr demasiado es muchas veces contraproducente.
Mantén la cabeza fría y no te
ilusiones:Cada persona tiene un carácter
diferente y una forma particular de afrontar la vida y el futuro, en algunas
ocasiones hay mentalidades que pueden ser válidas y buenas para mejorar y tirar
adelante mientras que hay otras que pueden acabar siendo un problema y provocar
decepciones.

Si eres de las personas que se
ilusionan con mucha facilidad, que al segundo día de noviazgo ya están pensando
de qué color serán las flores de la boda o qué nombre le quieren poner a sus
hijos, conviene que aserenes un poco esos ánimos. Las relaciones jamás se deben
forzar, sino que llegan como llegan y a su tiempo. Lo mejor que puedes hacer es
empezar a conocer a esa persona por quien sientes cosas especiales; disfruta de
cada momento, aprovecha el presente y que la impaciencia y las ganas de correr
demasiado no te hagan tropezar o asustarla.
No te hagas ilusiones,
disfruta plenamente de todo lo que te vaya deparando esa relación que recién
empiezas. No es que debas reprimir tus sentimientos, al revés, la espontaneidad
siempre es necesaria, pero las prisas pueden hacer que esa relación que empieza
a florecer se seque antes de hora.

Sé tu mismo en todo momento:Uno de los grandes errores que
comete mucha gente es iniciar una relación de pareja porqué no sabe estar sola,
porqué tiene miedo a la soledad. Una relación no se trata de que otra persona
te llene los vacíos, sino de iniciar un proyecto común, de sumar algo nuevo sin
dejar de ser nada de los que sois.

Emprender una relación de
pareja no es renunciar a la individualidad, es necesario mantener tus gustos,
tus intereses, tus amistades, tus sueños y tus proyectos. Si la cosa funciona
al final se acabarán convirtiendo en proyectos de pareja, algo por lo que
luchar juntos. En este punto también es imprescindible aprender a valorarte y
hacer que los otros te valoren. Lo que sucede en los primeros meses pueden
marcar la tónica de lo que será la relación, por lo que no debes permitir
faltas de respeto ni cualquier cosa que te disguste o te haga sufrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario